Sobre el tema del rol de director me he fijado en una noticia un tanto peculiar en el que los directores de marketing (el 80%) afirmaban que su rol dentro de la empresa han cambiado considerablemente durante los últimos años. La mayoría cree que hay más canales de comunicación a los que atender, otros que se exigen más resultados y la minoría señala que cuenta con un menor presupuesto y que considera que existen cambio en el perfil de los públicos a los que se dirigen. La Directora de Art Marketing al final de la noticia nos añade: “Estos resultados muestran una realidad de la situación actual que estamos viviendo todos los sectores que afectan a los medios de comunicación”.
El rol de director se basa en aquel que reside la autoridad suprema en la administración de los asuntos cotidianos y donde su objetivo es asegurar la existencia y continuidad de la organización y obtener beneficios para los capitalistas; además, su función es formular la política general de la empresa, establecer relaciones con organismos externos, administrar los asuntos internos y administrar la “dimensión simbólica” de la empresa.
Para finalizar me gustaría añadir que el rol del director es uno de los roles más importantes y el que más influye en la empresa. El director es el encargado de que todo fluya como es debido y el que, indudablemente, manda en la empresa. Aunque, hoy en día, los directores son principalmente (pero no todos) docentes que administran, y no directores como tal. El problema está en que las actuales regulaciones no permiten que los directores dirijan. Pero, la culpa no es del director que ejerce mal su rol, sino de un sistema que no es consistente con la definición de este rol.
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