LA INTUICIÓN

El tema de la intuición es uno de los más intrigantes para mí pues en la noticia “El poder de la intuición, un útil recurso para tomar decisiones” queda muy claro lo que la intuición es y puede significar. Nos comenta que la intuición se considerada en el psicoanálisis un pensamiento inconsciente, se lo puede comparar al que se produce en los sueños y que está compuesto por indicios repentinos donde el presentimiento o la corazonada son supuestos de la intuición. No señala que la intuición se trata de un saber inconsciente al que se le debe prestar atención, pero sin considerarlo infalible en la interpretación de la realidad; dice que es más permeable en aquellos que son menos reprimidos porque dejan brotar fácilmente el inconsciente. Al final nos hace una observación que dice; “La intuición no se piensa, se escucha, el proceso pasa por relajarse y dejarse llevar; cualquier cosa que se le ocurra en el instante en que se auto formula una pregunta, por absurda que parezca, dará la clave para encontrar la respuesta”.
La intuición es la percepción inexplicable e indefendible de que las cosas solo pueden ser de un modo y no de otro. Se dice que la intuición juega un papel incluso más importante que la ciencia le ha venido atribuyendo. No puede mostrar las pautas y desarrollos lógicos que han llevado al conocimiento. Kant decía algo muy valioso: “la imaginación unifica la diversidad de lo dado en la intuición” (se produce una síntesis que aún no da origen al conocimiento, pero sin la que el conocimiento no es posible).

Para concluir diría que la intuición es como un sexto sentido en el que te alerta sobre experiencias que ya viviste anteriormente, como un “deja vú”. En mi opinión, la intuición es bastante intrigante y en la que creo que la imaginación tiene bastante que ver; por una parte, estoy con Kant pues la imaginación juega un factor muy importante, sin imaginación la mitad de la intuiciones no tendrían sentido. Max Weber dijo: “sin sudor no hay intuiciones” y
también creo bastante en eso pues sin esfuerzo y sin querer tenerlas no las podrías “desarrollar”, aunque, en definitiva, la intuición es un aspecto involuntario. Vale la pena valorar las intuiciones, pero deberemos de tener cuidado de no sobrevalorarlas, dado que no son infalibles.